1. EVALÚA LA SITUACIÓN Y ESTABLECE PRIORIDADES
Por supuesto, el primer paso es examinar la situación actual, comprender lo que debe hacerse y establecer objetivos. Este consejo, que a menudo se emplea para la gestión del tiempo en el trabajo, también puede resultar muy útil en el hogar. Observa cada estancia de tu casa y haz una lista de los objetos que ya no usas, que no te transmiten ninguna emoción o que simplemente pertenecen al pasado. Una vez que hayas tomado conciencia de todo lo que has acumulado a lo largo de los años, planifica la operación de decluttering según el tiempo del que dispongas: no es esencial hacerlo todo a la vez, ¡bastan unos pocos minutos al día!